¿Conoces esta receta típica de Málaga?
En mi caso lo preparan las mujeres de mi casa como lo hacía mi abuela.
¡Qué ricas las recetas que pasan de generación en generación!
Platos que consiguen recetas sabrosas con pocos ingredientes. Como es el caso de hoy que con unas patatas y unas pocas de especias obtenemos un plato digno del mejor restaurante.
Es un acompañamiento perfecto para carnes y pescados, podemos acompañarlos con huevo y unos espárragos verdes salteados y hará las delicias de tus invitados.
¡Qué rica y variada es la gastronomía malagueña!¡Vamos con la receta!
Ingredientes :
5 patatas medianas
1 trozo de pan
AOVE
4 ajos
1/2 c/c comino
1 c/c pimentón
1 c/c orégano
5 granos pimienta negra
Vino blanco seco
1 c/s vinagre
Sal
PREPARACIÓN :
Cortamos las patatas que ya están peladas en rodajas no muy finas y las ponemos a freír hasta que estén doradas a fuego medio alto.
Mientras en otra sartén freímos el pan y los ajos que le hemos quitado el germen para que no repita, sobre todo si es muy grande. Vamos para que nos entendamos, la parte central de ajo.
Los granos de pimienta negra también los añadimos para potenciar su aroma.
Ahora en la batidora ponemos el pan frito, los ajos, el comino, el orégano, la pimienta, una cucharada de vinagre y batimos.
Es muy importante que los ingredientes sean de buena calidad y no por ello tienen que ser más caro. Las especias y el vino son los que dan el sabor al plato.
En este caso he puesto vino blanco seco Cortijo la Fuente, vino malagueño que me encanta para cocinar y vinagre de Trebujena de una pequeñita bodega particular, regalo de mis suegros.
Cómo ya tenemos las patatas fritas en una sartén con un chorrito muy pequeño de aceite, añadimos la pasta anterior y echamos otro chorrito de vino. Subimos el fuego y damos un golpe de calor para evaporar el alcohol. Añadimos medio vasito de agua pequeño y dejamos que se unan los sabores y evapore el agua.
Solo nos queda poner un poquito de aceite, muy poco, al fuego suave y tostar el pimentón. Cuidado que no se queme, hacedlo a fuego medio unos segundos que si no nos estropea el guiso porque amarga.
Lo añadimos a la sartén y a disfrutar de su color, de su aroma con estas ricas patatas en adobillo.
Comentaros que esta receta tradicionalmente se prepara con vinagre en vez de vino, pero han salido tan ricas que a partir de ahora usaremos también vino.
Y aquí el resultado, ¿quién puede resistirse?
Armando, sorpréndenos con tu recomendación de maridaje.
Cuando
una receta cuenta con un vino entre sus principales ingredientes, y
más aún, cuando el sabor del plato lo aporta fundamentalmente el
vino, la elección de acompañamiento es la más sencilla: continuar
con el mismo vino.
El
vino elegido por Inma para su receta es un blanco de las Sierras de
Málaga, elaborado con uvas tradicionalmente utilizadas para los
dulces de Málaga: Moscatel y Pedro Ximén. Sin embargo, nos
encontramos con un vino afrutado seco (por su característico aroma y
sabor a las uvas con las que está hecho y por el bajo nivel de
azúcar residual, respectivamente). Un vino muy agradable de tomar,
preferiblemente bien frío, que acompaña estupendamente platos
especiados como el de hoy, pescados o arroces de sabores intensos.
Disfrutad
del plato, que es rápido y fácil de hacer y del vino, pero siempre
con moderación.
Bueno chic@s, os deseo que tengáis un maravilloso fin de semana.
Un beso grande.
¡Ah! Y no os olvidéis de dejar vuestro comentario, me gustará leerlo.
