Cazuela de Jibia con patatas

¡¡¡Qué cosa más rica os traigo hoy!!!

Se me hace la boca agua sólo de pensar en la receta, menos mal que ha quedado para repetir mañana. Es un guiso muy sencillo, que me encanta preparar.
Donde primero lo comí fue en Rota y  ¡¡me encantó!!!
Es el plato que más me gusta comer cuando voy allí, además de su pescaíto  que es buenísimo, como el de mi Málaga. Todo el pescaíto de la costa de Andalucía es bueno, pa qué nos vamos a engañar.

Os dejo mi particular receta, de las papas con chocos. Espero que os guste tanto como a mí.


Ingredientes:

1 kilo de Jibia
3 anchoas
5 patatas
1 cabeza de ajos
tomate natural triturado
comino en polvo
2 hojas de laurel
orégano
2 cayenas
vino blanco
aceite de oliva virgen extra
sal


PREPARACIÓN:

Para que el plato lo podamos preparar en un plis plas, rápidamente, lo más importante es que en la pescadería nos limpien la jibia y si nos la cortan, mejor que mejor. Pero me ha tocado cortarla a mí. Últimamente estoy baguilla con el pescado y la carne, mejor que me lo den todo hecho...

Picamos una cabeza de ajos no muy grande, en trocitos pequeños. En una cacerola con un poquito de aceite, lo sofreímos. Una vez fritos, ponemos unas ocho cucharadas de tomate. Cuando el tomate está frito, que es cuando el aceite está por encima del tomate, añadimos las anchoas hechas puré.
Ahora es el momento de saltear la jibia, que hemos partido en trocitos, con la hoja de laurel, sal y un chorrito de vino blanco.

Pelamos las patatas, troceamos no cortamos, para que suelten el almidón y de esta forma espese el guiso. Le ponemos un poquito de sal a las patatas y se cubre con agua. Lo dejamos a fuego medio alto. Mientras en una sartén con un poquito de aceite, rehogamos dos guindillas sin las semillas y una cucharada de pimentón. A fuego medio, con mucho cuidado de que no se nos queme el pimentón, porque sino amarga el guiso.

Sólo nos queda añadir el aceite con el pimentón, un buen puñaito de orégano y un poquito de comino en polvo. Dejamos el guiso tapado a fuego lento hasta que las patatas estén tiernas. Si nos queda muy líquido el guiso, machacamos unas patatas para darle consistencia a la salsita.

¡¡Más fácil imposible!!!