Pollo al ajillo

Muy buenos días, chicos. De nuevo por aquí con una receta fácil, muy fácil pero muy rica y con mucha tradición. Estos son los típicos platos que cogemos de la familia y se van pasando de generación en generación. A mi madre le sale buenísimo este plato, aunque hace tiempo que no lo prepara. ¡¡Tendré que pedírselo!! aunque todavía estoy esperando los callos.
 Lo bueno que tiene este plato que con poquitos ingredientes, el pollo sale exquisito.


INGREDIENTES:

1 pollo troceado
1 cabeza y media de ajos
1 hoja de laurel
1 limón
aceite de oliva virgen extra
vino blanco
pimienta blanca
tomillo
sal

  Preparación:

 Ponemos un buen chorro de aceite dónde vamos a ir confitando la cabeza de ajos, que hemos pelados. Vamos confitando los dientes de ajos a fuego medio bajo, con mucho cuidado que no se quemen, sino nos estropearían el plato.


Mientras salpimentamos el pollo. Cuando empiecen a dorarse los ajitos, los apartamos y freímos el pollo, con el fuego más alto.
Picamos el resto del ajo y cuando el pollo haya dorado, bajamos el fuego y los agregamos. Con cuidado de que no se nos queme. Cuando tengan color, le agregamos los ajos enteros que teníamos ya dorados, el zumo del limón, la hoja de laurel y el vino blanco. Un buen chorro.
Dejamos que evapore el vino y le agregamos un poco de tomillo y un poco de la piel del limón sin la parte blanca.
Tapamos la sartén y cuando el vino se haya evaporado, esté el pollo sin el caldito, el plato está listo.

¡¡Ya veréis como huele toda la casa!!

A mi marío le vuelve loco con unas patatas fritas, y si encima compramos un buen pan .... ¡¡No se puede pedir más!!

 

              ¡¡Que tengan un buen día!!!