Pollo Marroquí

Hay tantas formas de hacer el pollo y no repetir..... que aquí os dejo otra receta fácil de preparar. Y lo mejor, que está deliciosa.
Lo he llamado Pollo Marroquí, porque le he añadido ras el hanout. Es una especie que no la había probado y me la aconsejó Conchi Moral, para la pastela.
Es una mezcla de especies marroquíes como, comino, cardamomo, jengibre, cilantro, canela, pimienta, chile, nuez moscada, pimentón.....

¡¡¡Imaginaros el sabor!!!

Sin querer ofender a nadie porque esta receta no es un plato típico de Marruecos, sino un plato a mi manera, es un homenaje a ese país que me gusta tanto.
Cuando viajamos a Marruecos y visitamos Tanger, Tetuán, Fnideq antiguo Castillejos, disfruté viendo esas tiendas tan bonitas de especias.
La Medina de Tetuán, Patrimonio de la Humanidad, nos sorprendió muchísimo por su variado comercio. Puedes encontrar de todo, mucha artesanía, joyeros, tejedores, carniceros, fruteros, farmacéuticos ....
Las mujeres vendían sentadas en el suelo  frutas y verduras, como antiguamente en España,en esas calles tan repletas de todo. Te podías encontrar una habitación muy, muy pequeña que era una barbería, al lado otra habitación igual de pequeña que era una carnicería. Todas las piezas de carnes colgadas y sin frío.
Seguido podía haber una tienda de especias, otra de encurtidos. ¡¡¡Imaginaros la mezcla de olores!!!

Bueno seguimos con la receta y os aconsejo ese viaje por Marruecos.

Ingredientes:

1 pollo troceado y sin piel
manteca de cerdo
1 c/s de Ras al Hanout
1 c/s de miel
1 limón
2 hojas de laurel
1 cebolla
pimienta negra
sal


PREPARACIÓN:

Derretimos la manteca de cerdo y pochamos la cebolla en juliana, con un poquito de sal. Ponemos el fuego fuerte y  añadimos el pollo para dorarlo. Le ponemos la sal, la pimienta negra molida en el momento, la hoja de laurel y un poco de la piel del limón, como siempre sin la parte blanca que sino amarga.
Cuando esté dorado el pollo, bajamos el fuego y le añadimos un poco de ras al hanout a gusto y un poquito de agua.
A última hora le ponemos un poquito de miel y dejamos reducir la salsita.

Y poco después tenemos un plato para servir con patatas frita.

¡¡¡Rico,rico, riquísimo!!!!