Lo principal que debemos saber es que para que un huevo esté fresco tiene que tener una yema redondita y de color vivo. La clara tiene que estar recogidita a la yema, no esparcida. De esta manera sabremos que estamos cocinando un huevo fresco, además a la hora de comerlo, lo notaremos.
Hay varias maneras de cocinar un huevo, escalfado, frito, duro, rellenos......
Cocinar un huevo duro es fácil pero no todo el mundo sabe hacerlo bien. Así que os dejo como lo hago yo. En una cacerola con agua fría cubrimos los huevos unas 3/4 partes. Dejamos hervir a fuego alto tres minutos. Después apagamos el fuego y lo dejamos seguir cociendo otros ocho minutos.
Es muy importante no dejarlo hervir mucho tiempo, porque se nos pondría la yema verdosa y en este caso, no es aconsejable tomarlo.
Para pelarlos fácilmente una vez estén cocidos le cambiamos el agua caliente por agua fría y de esta manera se despegará la cáscara del huevo.
Ahora vamos con un huevo escalfado, tan sencillo con un huevo frito pero algo más sano.
En un cazo con agua abundante hirviendo ponemos el zumo de un limón. También podemos poner un chorrito de vinagre y un poco de sal. Esto es para que el huevo quede recogidito y bonito.
Cuando el agua a hervido, bajamos el fuego para que cuando incorporemos el huevo, no se rompa. Cascamos el huevo en un plato y lo incorporamos al agua con mucho cuidado. En unos tres minutos está hecho, sacamos y dejamos en papel de cocina para quitar el agua sobrante.
Por último un huevo frito. Lo primero que hacemos es sacar los huevos del frío, que estén a temperatura ambiente.
Tan fácil como poner aceite en una sartén, calentarlo y romper el huevo con cuidado de no romper la yema. Un huevo bien hecho sería cuando la yema está líquida, la clara está bien cuajada y las faldas del huevo empieza a tostarse. Esto se llama las puntillitas del huevo. Una vez hecho, cada comensal le pone la sal según gustos.
A mí me encantan los huevos fritos con ajos que me hace mi madre ¡¡Qué cosa más rica con un buen pan y buen aceite de oliva !! Cortamos en láminas gorditas el ajo y freímos, antes de que esté totalmente frito echamos el huevo y freímos. No me gusta el ajo, pero de esta forma me puedo comer dos , tres, cuatro ajos.
Para darle un sabor diferente podemos hacerlos en una mezcla de aceite y manteca de cerdo. Le da un sabor muy bueno.
Bueno os dejo que me voy a preparar unos huevos fritos para la cena ¡¡cómo me gustan!!!
¡¡¡Que tengáis un buen fin de semana!!!
Me ha gustado mucho tu entrada, como no podía ser menos tratándose de mi y mi blog: güevos rotos
ResponderEliminarUn saludo
Teniendo en cuenta como se llama mi blog, esta entrada es todo un descubrimiento para mi
ResponderEliminarUn saludo
Hola Diego, encantada de conocerte. Si te hubiera conocido antes, te lo huera dedicado. Saludos.
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